martes, 28 de agosto de 2012

Volviendo a correr... poco a poco

Tres sesiones de 5 kilómetros cada una a algo más de 5' el kilómetro, dos de ellas por la playa de Las Redes, han sido las primeras zancadas casi cinco meses después de la lesión, y las pulsaciones lo reflejan perfectamente... va a costar muchos meses tomar la forma pero para eso estamos. Sin embargo las sensaciones no son malas del todo en cuanto a que no hay dolor, solo una ligerísima molestia, que confío vaya desapareciendo.

La vuelta a Madrid tras unos días de playa que han sentado de lujo, la adelanté para vérmelas con el traumatólogo, que me hablaría de los resultados de la resonancia magnética que me hice hace ya casi dos meses (le tocaron vacaciones). Pues bien, mientras otros traumatólogos y la fisioterapeuta apostaban por la periostitis, el análisis de los resultados dice que probablemente he pasado por una fractura de stress. Lo cual  no cambia gran cosa respecto al tratamiento (reposo total, que es lo que he hecho), pero espero sea menos peligroso en el futuro que la periostitis, que aparece justo tras cada sesión de entrenos.

Copio el análisis de la resonancia magnética que he recibido:

"Se ha realizado estudio según protocolo habitual, en los tres planos. En dicho estudio llama la atención la presencia de una irregularidad en el contorno y aumento de calibre e intensidad de señal del borde posterior y algo lateral de 1/3 distal de diáfisis de tibia derecha, afectando asimismo al perostio y partes blandas adyacentes al borde lateral de dicho elemento óseo. Este hallazgo se acompaña de un importante componente de edema que afecta prácticamente a la medular del 1/3 de la diáfisis tibial. Teniendo en cuenta los antecedentes, el patrón descrito es compatible con la fractura de estrés. La posibilidad de osteomielitis debe valorarse como menos probable Recomendamos control en un mes tras tratamiento.
Resto sin hallazgos patológicos significativos".

Ese párrafo es el que el traumatólogo ha interpretado muy optimista diciéndome que sí puedo correr suave y que la zona afectada no se romperá "porque ya ha cicatrizado bien tras tanto tiempo". Así que bueno esperemos tenga razón y todo esto quede en un mal sueño.

PD: Si alguien ha pasado por ella, o le dice algo el párrafo que he copiado, valoraré mucho su comentario.
Saludos!

sábado, 28 de julio de 2012

Cuatro meses

Abril, mayo, junio y julio. Se dice pronto y se hacen eternos. Ese es el tiempo que llevo sin correr tras la lesión de la Media Maratón de Madrid del 1 de abril. Un tiempo en el que tampoco he querido seguir los blogs que antaño devoraba ni seguir con algunos de los libros que tengo por ahí (tengo casi acabado una biografía de Bikila en inglés muy interesante). Desde que empecé a correr hace algo más de dos años nunca había pasado tanto tiempo de inactividad, y la verdad pensar en correr sin ninguna molestia me parece algo casi soñado.

¿Cómo me encuentro ahora? Tras muchas sesiones de fisioterapia y ultrasonido, estoy pendiente de que analicen los resultados de la resonancia magnética que me hice días atrás, con la que el traumatólogo me dijo que quería descartar que hubiera habido fractura por stress (no llegará de vacaciones hasta el 28 de agosto...). El bulto de la tibia está casi extinguido aunque no totalmente, pero aún no me atrevo a salir a correr. La semana pasada estuve unos días en El Puerto e hice un ligero trote por la playa que me confirmó que aún hay molestias y debo ser paciente.

En este tiempo ha habido muchas cosas que me han mantenido ocupado, el final del máster, el proyecto final, las pruebas para acceder a una beca en el departamento de comunicación de Repsol (las he pasado y estoy a la espera de que me llamen, ojalá salga), pero en contra de lo que me habría gustado, no he hecho un deporte alternativo como natación o ciclismo que me mantuviera en forma, así que aunque sigo delgado sí he aumentado de peso unos 3-4 kilos, y cuando consiga volver tendré que ir muy poco a poco. ¿Cuándo será eso? No sabría decirlo, esperemos que allá por septiembre todo esto sea un mal sueño y pueda ir acumulando kilómetros.

En este tiempo he tenido más salidas nocturnas, he leído más y he hecho más de todo, pero la sensación de que me falta algo está ahí. Estaba en un gran momento de forma, batiendo mis marcas prácticamente en cada carrera, pero las ganas de competir y no prestar atención a determinados hábitos me perdieron. Esta mañana he vuelto a leer algunos de los blogs que sigo habitualmente (Diego, Charlie, Matraca, Morales...), y veo que seguís fuertes aun con la relajación propia del verano, y que otros también estáis viviendo el calvario de las lesiones (Unyko). Espero poder escribir posts más optimistas próximamente y seguir compartiendo esa pasión llamada running a través de las palabras con todos los que me leéis. Mientras, a disfrutar de los Juegos Olímpicos y esperar que los atletas españoles den el máximo de sus posibilidades (las medallas están carísimas).

martes, 10 de abril de 2012

Viendo la luz

Hoy casi puedo andar sin molestias, y eso, por trivial que parezca, es la mejor noticia de los últimos 10 días. Desde que inaugurara este mes de abril con la lesión en el Medio Maratón de Madrid. Tras varios diagnósticos erróneos (la fisio después de la carrera decía que era una microrrotura fibrilar, el primer médico que me atendió una distensión del tendón...) el traumatólogo determinó que se trataba de una periostitis. Investigando un poco me entero de que es una dolencia habitual en el corredor de fondo, y entre los motivos de que aparezca me topé en la revista runners con estos:

1/ Superficie de entrenamiento inadecuada. Llámese asfalto o cualquier superficie endurecida.

2/ Escasa o nula preparación muscular del individuo. Eso, que el gimnasio y los ejercicios también existen.

3/ Volumen y/o intensidad inadecuadas. Entrenar más de la cuenta o con más intensidad o incluso variar la carga de entrenamientos de una manera brusca nos puede llevar a la periostitis.

4/ Defectos biomecánicos. El exceso de pronación, la forma de nuestro pie (sobre todo si es cavo) y otros defectos de carga pueden ser causa directa de periostitis.

5/ Calzado inapropiado. Escasa amortiguación o falta de estabilidad provocan periostitis.

6/ Escasos o nulos hábitos de tratamiento muscular. No acudir nunca al masajista puede salir caro, no estirar, etc.

7/ Hábitos de vida poco saludables. Trabajar de pie, el stress, mala alimentación, conducir muchas horas, etc. puede asociarse a diversas lesiones.

De entre estos pecados puedo destacar que corro bastante en asfalto, que el gimnasio casi no lo toco y que he competido algún fin de semana incluso en dos ocasiones. Ello unido a la escasa amortiguación de las adizero adios que uso para los 10 k y a los impactos durante el 3.000 obstáculos que corrí, pueden haber formado ese cóctel final que ha terminado impidiéndome llegar al objetivo del Maratón de Madrid. Para prevenirla y combatirla runners también aporta algunos consejos, de entre los que meter las piernas en un cubo de agua con hielo tras el entreno parece ser el más efectivo.

Antes de que acabe el mes espero, sin embargo, estar ya rodando, si bien seguiré con el reposo que me han recomendado al menos durante 10 días más. Volver a andar por mi mismo ya la he sentido como una gran sensación tras 10 días enganchado a las muletas. Espero sentir pronto lo que es correr de nuevo, últimamente ni ganas tenía de ver vídeos o leer blogs, porque solo conseguía aumentar mi impotencia. Ahora sí, por fin, voy viendo la luz.


domingo, 1 de abril de 2012

La amargura del corredor de fondo

Kilómetro 20. Toco con los dedos mi mejor marca en Media Maratón tras pasar dos 10 k casi idénticos en 41:50 y 42:10. Estamos bordeando El Retiro, donde todo empezó y donde los 21,097 kilómetros llegan  a su fin. Llevo 1h24' y pese al gran desgaste que ha supuesto esa sucesión de subidas y bajadas que nos han acompañado durante gran parte del recorrido, aún me quedan algunas fuerzas. Kilómetro 20, siento un dolor indescriptible un poco más arriba del tobillo.

La mañana empezó pronto, con el despertador a las 7 y recibiendo a Djoro a las 8 en la parada de metro. Originario de Gambia, su historia podría ser el argumento de un libro. Embarcó rumbo a Canarias en patera y cuando una chica en bikini le dijo "corre" tras verle llegar empapado y exhausto a la arena canaria, él aún no hablaba español para entender lo que le decía. Su mente pensaba en dialectos africanos y algo de francés. Tras eso llegaron las largas semanas en centros de internamiento antes de ser enviado a Madrid. Hoy trabaja de electricista y de vez en cuando imparte charlas contando su experiencia por toda la geografía nacional. No solo eso, ya entiende la palabra correr. De hecho, la pone en práctica siempre que puede en la Asociación Atlética Moratalaz. Nuestro club.

Con Djoro en la salida


Nos saludamos en el exterior de la parada y penetramos en el vagón de metro, donde los corredores, como los domingos de grandes carreras en Madrid, somos mayoría. 18.000 inscritos en la Media Maratón se preparan para el asalto a la distancia con objetivos de marca diversos o sin ellos, compartiendo la libertad de correr y el ansia de tomar las vías de Madrid. Bajamos del metro y nos topamos con una mañana fresca y una temperatura perfecta, nos internamos en El Retiro y dejamos la mochila en el guardarropa. Estiramientos, trote y para el cajón de salida. "¿Preparado Djoro?", "Claro". Choque de manos, aplausos y pistoletazo de salida. No estamos mal situados pero correr se hace difícil ante la marabunta de corredores, sin embargo poco a poco nos abrimos paso y picamos el primer kilómetro en 4'14'', el ritmo que queremos mantener durante los 20 restantes.

La primera parte del recorrido hasta el kilómetro 9 donde se encuentra Plaza Castilla, tira hacia arriba con algunos descansos, pero la segunda mitad es más favorable, por lo que trato de seguir un buen ritmo con la idea de que después podré dejarme llevar un poco más. Da resultado. Djoro me lleva bien, recoge mi agua en el primer avituallamiento y me hace gestos con la mano para que lo siga cuando flaqueo un poco. Tiene 1h26' en Media Maratón y potencial para mucho más. Los kilómetros pasan con poca gente en las calles y por fin llegamos al corazón financiero de Madrid. A Plaza Castilla. Bajamos y recupero fuerzas sin grandes cambios de ritmo. Alcanzamos el kilómetro 10 y llega uno de los momentos que más estaba esperando en la carrera, mis compañeras de clase Claryed (venezolana) y Cynthia (mexicana), reparten agua a diestro y siniestro como voluntarias de la carrera animando a todo el mundo y con una sonrisa en los labios que contagia ánimos. Nos gritamos saludándonos y sigo mi marcha con ánimos renovados.

Las dos voluntarias más enérgicas de la Media de Madrid





Sigo a un ritmo bastante constante sin apenas cambiar la media de 4:10 el km desde el inicio de la prueba, y con los kilómetros entre 3.55 el más rápido y 4.22 el más lento. En el 14 Djoro se ve con fuerzas, y tal como hablamos al inicio, tira para adelante por su cuenta. Llego al 15 y cojo el agua del avituallamiento a la vez que me acuerdo de que había planificado tomarme el gel, así que gel para adentro y trago de agua detrás. No me siento mal pero tampoco voy sobrado de fuerzas. Nunca me acostumbraré a esas cuestas de Madrid. Avanzo y oigo un grito de "Álvaro" emerger de entre el público, me giro y veo que es es Gandara, miembro del club que ha ido a la carrera a animar, se agradece. La meta se acerca, estoy en el kilómetro 19, el temido kilómetro 19 donde vuelve a tirar para arriba la carrera con una cuesta para la que ya no me quedan fuerzas ni ánimos. Reduzco el ritmo mientras veo a alguno quedarse o caminar. Paso el mal trago, pero mi zancada deja de ser lo que era. Me parece que voy mucho más despacio de lo que realmente voy, pues reduzco el ritmo 20 segundos por kilómetro pasando el 19 en 4.32 y el 20 en 4.31. Quedan 1.100 metros y llevo 1h24'. Lo voy a conseguir, pienso. Cincuentro metros más adelante todo se viene abajo.

Un dolor insoportable encima de la cara interna del tobillo me impide seguir corriendo. Troto un poco y desisto. Camino. ¡La meta está tan cerca, no me puedo creer que me esté pasando esto! Entro en El Retiro, no queda mucho y trato de llegar donde puedan atenderme en lugar de quedarme sentado en la acera, tampoco me he retirado nunca en una carrera y estando tan cerca prefiero no hacerlo. Un corredor de en torno a 60 años me ve caminando sombrío con la cabeza gacha y lamentando mi suerte. "¡Vamos que ya queda poco!" me espeta mientras para mi sorpresa, disminuye el paso y trota junto a mi. "No puedo, me duele, vete para adelante no pasa nada", le digo al hombre, que aún puede bajar de 1h30'. Decide quedarse conmigo. Un miembro de la organización me ve cojear y me pregunta si quiero réflex, le digo que sí y el spray refresca la zona afectada. Me sigue doliendo igual. Me dan ganas de llorar de rabia. Pata coja, caminar, pata coja, caminar. 400 metros. El público tras las vallas se vuelca conmigo dándome ánimos por verme llegar así. Siento la palmada en la espalda de algún corredor mientras el señor mayor no se va por más que le digo que no se preocupe y me acompaña en todo momento animándome. Su gesto me está emocionando, pierde minutos y minutos con la meta a solo unos cientos de metros después de hacer una carrera para estar tranquilamente por debajo de la hora y media. Esta gente es grande joder, pienso.

Llega otro corredor por detrás a una velocidad no desdeñable y hace que me agarre a su hombro para llegar así a la pata coja a meta, pero el señor que va a mi lado le dice que me deje, que no puedo ir así, por lo que le doy las gracias y sigue adelante. Ya veo la meta y el reloj, estoy cabreado por la mala suerte que he tenido pero emocionado con las muestras de cariño de la gente, y sobre todo del señor que me ha acompañado sacrificando su marca. Cruzo la meta en 1h 34'03' haciendo el último kilómetro en casi 10 minutos, y le doy un abrazo agradeciéndole el gesto. Estas cosas me hacen querer más al atletismo, y siento que he aprendido más en ese último kilómetro que en los 20 precedentes.

A duras penas llego al encuentro con Djoro en el lugar acordado, le cuento mi problema, un corredor me ve y me ofrece crema y un gelocatil mientras Djoro va a recuperar mi mochila del guardarropa (tardaron 15 minutos en encontrarla). Vuelve e inicio una travesía subido en la espalda de Djoro hasta el Samur, que me manda en silla de ruedas a fisioterapia mientras uno de los sanitarios le comenta a otro "vaya día estamos teniendo hoy eh", a lo que le pregunto si ha habido muchas incidencias médicas. "Un hombre casi se nos muere, hay gente que no saben que el corazón tiene límites y se pasan de esfuerzo". Cierto. Tras ir de un lado a otro por fin una fisioterapeuta me toca la zona afectada y me da su diagnóstico "microrrotura fibrilar". Vuelvo a subir a la espalda de Djoro y mi compañero de piso viene a buscarme en coche mientras recibo llamadas de mis compañeros de máster y amigos, Pablo, Cynthia y Claryed preocupándose por mi y animándome.

Me siento mal porque veo desvanecerse ese Maratón de Madrid que tenía en el horizonte, seguramente he hecho cosas mal en la planificación y debería haber sido más prudente, pero lo hecho hecho está. Maratones habrá muchas y carreras más, ahora solo quiero volver a apoyar el pie sin dolor y volver a disfrutar de correr. En mi retina y en mi corazón quedan el apoyo de mis amigos, el compañerismo sin límites del señor que me acompañó, y las ganas, más grandes que nunca, de volver a disfrutar en cuanto esté completamente recuperado, de esta pasión llamada correr que me hace sentir tan lleno.

Gracias.

miércoles, 28 de marzo de 2012

3.000 Obstáculos y Carrera Intercampus

Semana de experimentación y emociones intensas. Hace unos meses, correr en pista no me atraía, sentía que era como para un pez nadar en una piscina. No era lo mismo. Y sin embargo, desde mi llegada a la Asociación Atlética Moratalaz, esta percepción ha cambiado. Sigo prefiriendo la ruta, las calles y los parques, pero las series en pista te aportan un plus de velocidad y competitividad.



Así pues, de repente me ví embarcado en la aventura de correr un 3.000 obstáculos en la semifinal del Campeonato de Madrid de clubes. Nuestro entrenador, Rafael Pajarón, nos comunicó a Marco (compañero de club y amigo) y a mí, que éramos los elegidos para ir pegando saltos durante 3 kilómetros. Nunca pensé que correría esta disciplina, y lo primero que empezó a preocuparme era eso de saltar la ría. Desde que lo supe, me imaginaba en las peores situaciones, tropezando con la valla y cayendo al agua, desequilibrándome en el salto con algún otro atleta... Así que para conocer mejor el mundo "obstaculero" acudí a Youtube. Me empapé de vídeos de obstáculos, admiré la calidad de muchos de los atletas, y me topé con algunas (escasas) caídas que no contribuían a aportarme excesiva confianza, pero el hecho de que tanto Marco como yo fuéramos novatos en la prueba hizo que nos tranquilizáramos mutuamente.

Orgullo de club

Es sábado y allí nos plantamos, en el polideportivo de Arganda del Rey para dar el máximo número de puntos posibles a nuestro club (lo cual dependía de la marca, no de la posición), y contribuir así a pasar a la final, a la que solo podrían acceder 4 de los 12 clubes presentes. Marco me había recogido en su furgoneta junto a Ivan, otro compañero, y ya en el camino evidenciamos nuestras dudas con algunas cuestiones que nos formulábamos. "¿Hay dos rías?", "¿los primeros 200 metros entonces no tienen obstáculos?", "¿tocarás los obstáculos o no?" La conclusión fue que lo importante era acabar y hacerlo lo mejor posible, planificando un objetivo de tiempo de entre 11'30'' y 12'30''.

Aparcamos, vemos algunas pruebas, animamos a nuestros compañeros de club, y nerviosos como pocas veces antes de una carrera, nos dirigimos a la cámara de llamadas, donde enseñamos el DNI para demostrar que efectivamente somos nosotros. Emprendemos un breve rodaje con las zapatillas de clavos  y poco después conversamos con alguno de los participantes. "Pues este año he corrido varios crosses quedando entre los 10 primeros...." suelta uno. "¿Nunca habéis corrido en pista y os meten en obstáculos? Vaya faena", comenta otro. "Llevo toda la semana entrenando obstáculos", termina por arreglarlo otro más. Nosotros hemos saltado el obstáculo unas pocas veces, tanto apoyando como sin apoyar, y nunca hemos competido en pista. La temida ría no la hemos saltado nunca. "Es entrenable, pero los riesgos de lesión hace que no sea recomendable". Palabra de nuestro entrenador.

Empieza el espectáculo


Por fin nos llaman para saltar a pista. Marco me choca el puño mientras las pulsaciones siguen algo elevadas. "Quién pise la línea será descalificado", dice el juez con los corredores tomando posiciones. Esperamos el disparo. Aprieta el gatillo. No va. Nos mandan disolvernos y volver a colocarnos. Segundo intento, funciona y desde la calle exterior salgo un poco en tromba integrándome en el grupo. No miro el reloj y me limito a seguir el ritmo general. Pasamos los primeros obstáculos, salto los primeros obstáculos sin tocar y el grupo se pone en fila. Se corre rápido y veo cada vez más cerca la temida ría. Rafael, nuestro entrenador, colocado estratégicamente unos 100 metros antes del salto de la ría, nos dice que cambiemos de ritmo cuando nos acerquemos para así coger más impulso y hacer el salto más efectivo. Llega el momento que tanto temía, salto con fuerza y me impulso con el obstáculo. Vuelo.

¿Un águila? ¿Un halcón? ¿Karate Kid?

Caer con una pierna, y seguir corriendo con la otra, esa es la idea y lo que hago. Los calcetines se mojan y estoy algo más pesado. Otros prefirieron correr sin calcetines. Sigo corriendo y paso el primer kilómetro. Apenas miro el reloj porque estoy concentrado en saltar los obstáculos que cada 80 metros te cortan el ritmo. Viéndolo luego me doy cuenta de que lo pasé en 3'23'', excesivamente rápido, pues si contamos los obstáculos equivaldría a haber pasado en torno a 3'. El segundo kilómetro se me empieza a hacer largo y me voy quedando. Sigo sintiendo el agua de la ría en cada vuelta bajo el intenso sol de Arganda, los gritos de los compañeros de club resuenan desde la grada. Oigo mi nombre y me impulsan seguir dándolo todo. Segundo kilómetro: 4'06.



Entro en el tercer y último kilómetro, sufro y salto los obstáculos apoyando uno de los pies, solo quiero encontrarme con la meta. Última vuelta, suena la campana, el ritmo es menos alegre y no tengo posibilidad de cambiar de ritmo, pero trato de que no me adelante el atleta que viene unos metros detrás mía para motivarme.

Luchando
Dan ganas de echarse a un lado de la pista y acabar con todo, pero ese pensamiento se va rápidamente de mi cabeza. Ya no queda tanto, aunque me parece mentira que una prueba de 3.000 metros se me haga tan larga cuando he corrido un maratón. Cosas de ir a ritmos altos y de esos obstáculos que te impiden marcar un ritmo estable.

Salto la última ría y encaro la meta. Tiempo final, 12'13'', a 4'04'' de media. Dentro de lo esperado, aunque tampoco termino muy satisfecho por la posición, 12 de 13 participantes.

Viendo los tiempos del resto de pruebas me doy cuenta de que mi rendimiento sin obstáculos es mucho más competitivo, ni cuestas en ruta ni obstáculos en pista son favorables a mi estilo de correr. Si lo fueron para mi compañero de debut, Marco, que realizó un carrerón y terminó haciendo un tiempazo de 10'52''.

En meta me espera y nos saludamos cuando recupero el aliento. Hemos aportado puntos al club con nuestro esfuerzo. Comemos algo por Arganda y disfrutamos de la tarde en la pista animando a nuestros compañeros/as hasta el final. ¿El resultado? La A.A. Moratalaz llega a la final tras terminar en segunda posición. Objetivo cumplido. Una final en la que no podré competir por ser el 21 de abril, día antes del Maratón, pero en la que espero poder estar animando.

Últimos esfuerzos


Aunque parezca excesivo, el finde atlético no acabó ahí. Al día siguiente tenía otra cita, esta vez con el asfalto. Y es que antes de saber que correría en pista estaba apuntado a la Carrera Intercampus, que se desarrolla entre los campus de Leganés y Getafe de la Universidad Carlos III. No sentía molestias del dia anterior, aunque noté el cansancio, y tras pasar el primer 5 k en 18:40, acabé en 39'11'', mi segunda mejor marca en 10 k, y puesto 128 de casi 2.000 llegados a meta. Un tiempo que me dice que el sub 38' puede ser una realidad este año. Sé que estaréis pensando que no es bueno competir tanto cuando se está en la preparación de una prueba de la envergadura de un maratón, pero la musculatura está aguantando bien, y competir no me está impidiendo retomar los entrenos.

Este domingo llegará el último gran test con dorsal, la Media Maratón Asics Villa de Madrid. 19.000 participantes y el objetivo de mejorar mi marca de 1h30'55'' disfrutando junto a Djoro, un compañero de club originario de Gambia que me acompañará en la que será mi séptima media maratón. Como pasa el tiempo.

lunes, 19 de marzo de 2012

33 Carrera del Agua - Road to Madrid 5/10

Buscando el sub 39'
Madrid, 6:40 am, suena la alarma del móvil. "Ahora me levanto... esperaré a que suene la siguiente que puse a y 45..." Despierto sobresaltado. Son las 7:15. Mallas, camiseta, dorsal con el chip incorporado, imperdibles, mochila, teléfono, llaves, un trago de agua, y a correr. La carrera es a las 9 y a las 8:30 el camión del guardarropa se va de la salida junto a la Plaza Castilla de Madrid, en pleno corazón financiero, rumbo a la meta (la prueba acaba en otra ubicación, el parque Santander).

La mañana es fresca pero perfecta para la práctica del running. Subo al metro a 12 paradas de distancia pero en la misma línea y ya diviso a algún corredor de mi barrio, Moratalaz, que se dirige al mismo destino que yo. Llego casi 25 minutos tras un trayecto amenizado por un libro, mi acompañante habitual para que los ratos de metro pasen volando.Y volar es lo que pretendía ese día, o al menos correr los 10 kilómetros de la Carrera del Agua, organizada por el Canal de Isabel II, para que nos entendamos, la empresa pública del agua madrileña, a una velocidad que nunca antes hubiera logrado, bajando de 39 minutos y si me veía con fuerzas, porqué no algo más. Mi anterior marca databa del mes de octubre, cuando en la Carrera de la Ciencia hice un crono de 39'37. Esa era la frontera a franquear.

Minutos antes de la salida

Me encuentro con Mahmadou, compañero senegalés de club en la Asociación Atlética Moratalaz, y nos colocamos en buena posición en la salida. No estoy fresco del todo debido a los entrenamientos de la semana, pero me siento bien. Dos días antes, el viernes, probé en pista las nuevas zapatillas de clavos y completé una de las series de 1.000 metros en 3'08 con algo de viento molestando y una agradable sensación de velocidad. Así pues, afronto la carrera con la idea de disfrutar y mejorar marca, sabiendo que para bajar de 39' mi media por kilómetro ha de ser inferior a 3'54, y si sonara la flauta y me acercara a los 38, debía correr cada uno de esos 10 k por debajo de 3'48.

Cuenta atrás y salida rápida cuesta abajo. Bajo rápido, pero controlándome, dejando ir a Mahmadou, que busca metas más ambiciosas que las mías. Mantengo un ritmo constante en los inicios pasando los dos primeros kilómetros en 3'36 y 3'35 respectivamente. Es temprano y no hay mucha gente en las calles. Es domingo y toca descansar de los madrugones semanales o de la fiesta del día anterior, pues no faltaron los que todavía a esa hora iban de vuelta a casa por la celebración del St Patricks Day que dirían los irlandeses, algunos, como siempre, sin saber comportarse (me comentaba un corredor al final de la prueba que en su vagón rumbo a la carrera, iban fumando y bebiendo todavía).

Mi cabeza asoma sobre el casco de la moto

Sé que del kilómetro 4 al 6 es todo subida por la Castellana, que si bien no es pronunciada, puede dejarte tocado, así que me preparo y tomo fuerzas bajando un poco más el ritmo y pasando los kilómetros 3 y 4 en 3'46 y 3'53. Aún voy a ritmo de sub 38' y la ambición me dice que intente conseguirlo. Acorto la zancada en la subida y por temor a dejarme las fuerzas en ella bajo el ritmo considerablemente, quizá demasiado, pasando los kilómetros 5 y 6 en 4'01 y 4'10. Primeros 5 k en 18'52. En pleno ascenso se encontraba el avituallamiento, que rechacé al encontrarme lo que ya esperaba, bolsas de agua difíciles de abrir que empaparon a más de uno en el intento. No lo cambian pese a las quejas de años anteriores. Durante la subida, me llama la atención el sufrimiento de algunos corredores, que por intentar poner un ritmo alto, llevan respiraciones exageradas que parece van a hacerles desmayarse en cualquier instante. Uno de ellos, concretamente, empezó a proferir gritos a todo pulmón mientras corría. No creo que merezca la pena pasar por eso.

Una de las bajadas
Por fin se acaba la Castellana y volvemos a encontrarnos con una bajada favorable que permite acelerar. Empiezo el descenso y una pancarta nos recibe en un lateral. Son trabajadores del Canal de Isabel II que protestan ante la posible privatización de la compañía que suministra agua a los madrileños (considerada, por cierto, un agua de gran calidad). Alargo zancada y busco recuperar mi conservadora subida. 3'52 y 3'51 en los kilómetros 7 y 8, miro el reloj y esperaba ir más rápido. Aunque no he venido a eso, empiezo a sentir que el sub 38' no llegará hoy, máxime cuando veo que hay cierto desfase entre la distancia que marca el Garmin y la señalización de la organización, todo ello pese a que el recorrido está homologado por la RFEA.

Quedan dos kilómetros y meto una marcha más. Paso el kilómetro 9 en 3'48, me animo y pienso que igual tardo bastante en superar esta marca dado que el perfil es favorable y la preparación de maratón te deja en un estado de forma difícil de igualar. Último kilómetro, adelanto y adelanto. Voy a acabar fuerte y me pregunto si no fui demasiado conservador en algunos momentos por tratar de no sufrir al final. El Garmin pita, 10 k en 38'10 (19'18 el segundo 5 k), pero quedan 170 metros hasta la meta oficial, que paso en 38'47. Sea como fuere, objetivo principal conseguido, he bajado de 39 y he disfrutado corriendo por las calles de Madrid en una mañana fresca pero soleada en la que el viento estorbó en algunos puntos del recorrido. Puesto final, 176 de 4.000 inscritos (ignoro cuántos llegaron a meta).


Recupero el aliento, recojo alguna bebida y me encuentro con Mahmadou, que ha llegado 37 segundos antes que yo, en 38'10, una marca que no le hace justicia pues es un corredor que tiene talento para estar por debajo de 36' como irá demostrando en próximas competiciones.

En meta antes de lanzarnos a un copioso desayuno

La semana acaba pues, con 52 kilómetros y sesiones de abdominales. Y con la lectura del relato "La soledad del Corredor de Fondo", disponible en pdf en internet. Pero mi motivación lectora no acaba ahí, también he empezado a leer la biografía (en inglés) de Abebe Bikila. Un etíope que os sonará por su victoria en el Maratón de los Juegos Olímpicos de Roma '60, donde corrió los 42 kilómetros.... totalmente descalzo. En este vídeo podéis verlo.


miércoles, 14 de marzo de 2012

XXXII Media Maratón Universitaria - Road to Madrid 4/10

Casi cuatro meses después de mi última media maratón, la de Moratalaz, volvía a enfrentarme a los 21,097 kilómetros. También lo hice, como entonces, dentro de la preparación maratoniana, si bien por aquel entonces estaba en la décima semana de entrenos, mientras que ahora estoy tan solo en la cuarta. Las críticas que había leído sobre esta media en distintos blogs no eran demasiado halagüeñas, que si un circuito desangelado donde apenas hay público, que si tres vueltas se hace pesado, que si es exigente... Por este motivo decidí correrla por primera vez con el ipod por compañero.

La prueba comenzaba a las 9:30 de la mañana, y tras el correspondiente trayecto en metro me uní a la marea humana para que me llevara hasta la línea de salida. Ya ni siquiera me molesto en comprobar la calle de donde sale la carrera, sabedor de que a la salida del metro una corriente runner me arrastrará sin problema. Llego pronto y hace fresco, una temperatura que parece perfecta para correr. Dejo las cosas en el guardarropa y caliento un poco antes de situarme en la parte media de los 5 mil corredores que afrontan la prueba. Si bien muchos de ellos harán solo una o dos vueltas para un total de 7 o 14 kilómetros.

Es 11-M y se guardan 21 segundos de silencio en honor a las víctimas del brutal atentado. Cierro los ojos y pienso en ellos, en las vidas que les arrancaron mientras mantenían una conversación, leían, oían música, o simplemente pensaban distraídos en un vagón de cercanías. Me emociono un poco y un sonoro aplauso pone fin al recuerdo. La vida sigue adelante inevitablemente para el resto.

En mi calendario, esta media maratón no planeaba disputarla, planteándola como una tirada más divertida que en solitario. Hacemos la cuenta atrás pulso el play en el ipod y U2 me dice 1, 2, 3, 14! Y me lo grita en una bajada nada menos. Paso el kilómetro 1 en 4:16 y busco estabilizarme. ¡Aún queda mucho! El recorrido se desarrolla entre edificios universitarios que en un domingo no tienen actividad, como es lógico. Voy mirando distraído el paisaje y observando el circuito que tendré que completar tres veces. Las sensaciones no son demasiado buenas, y una ligera molestia en el gemelo que me ha acompañado en los últimos días da un aviso durante unos minutos.

Un perfil exigente


Una cuesta, y otra y otra... preceden a las bajadas que permiten descansar. No hay tregua, las zonas planas no abundan. Paso la primera vuelta en 30:46, un ritmo en torno a 4:25 que trato de mantener. Hay avituallamiento con gatorade y agua y bebo un poco de ambas. El sol empieza a abrirse paso. La segunda vuelta me recibe y el ipod se despide. Se fue la batería. Es lo que tiene decidir a última hora correr con música. No me apetece quitarme los auriculares y sigo corriendo con ellos pese a no oír nada ya. Hay algún tímido grito de ánimo de parte del público. Las cuestas no me gustan nada pero hay que enfrentarlas. Paso estos 7 kilómetros en 31:20, ligeramente peor que la primera.

Y por fin la última vuelta. El esfuerzo (y las cuestas) van pasando factura, pero puede decirse que voy bastante entero. No estoy forzando al máximo aunque tampoco he venido a pasearme. Pasamos a multitud de corredores menos experimentados pero igual de valientes, que están inmersos en la segunda vuelta rumbo a los 14 kilómetros. Choco la mano de un par de niños para distraerme, y observo en el kilómetro 18 con admiración como un hombre que debe rondar los 60 años, está al mismo ritmo que yo rumbo a los 21 con un solo brazo. Ejemplo de superación.

Una hora después me parecía a Obama


Meto algo de velocidad final pasando el 19 en 4:16 y el 20 en 4:14, los más rápidos de la carrera, y entro en la polvorienta pista de ceniza de la complutense enmedio de una inmensa e incómoda polvareda tal y como se aprecia en la foto (soy el de rojo que sale en un segundo plano), y bajo un sol de justicia que en los últimos kilómetros ya ha estado muy presente. Tiempo final 1h33:55 para 21,26 kilómetros, a una media de 4:25 el km. Puesto 263 de 1.980 llegados a meta. Mi segunda mejor marca en los seis medios maratones que llevo hasta el momento (México DF, Puebla, Los Palacios, Marbella, Moratalaz y Ciudad Universitaria).



Buena bolsa del corredor, estiramientos y a tumbarme bajo el sol sin camiseta en una gran explanada. El día está increíble, y me parece raro ver en Madrid a un grupo de gente jugando voley playa en bañador y bikini en pleno mes de marzo.

¿Madrid o Copacabana?





Por lo demás, la semana se cierra con un total de 60,11 kilómetros en las piernas y un par de sesiones de gimnasio. Esta semana llega el primer reto pre-maratón. Batir mi marca en 10 k en la Carrera del Agua, para la que ya estoy afilando los cuchillos con vistas a bajar de 39'. ¿Lo conseguiré? El domingo lo sabremos.

jueves, 8 de marzo de 2012

III Carrera por la Esperanza - Road to Madrid 3/10

El kilómetro más rápido de mi vida. Asi es. Esta tercera semana de entrenos terminó el domingo con mi participación en la III Carrera por la Esperanza, organizada a beneficio de FEDER, asociación que promueve la ayuda a personas con enfermedades poco comunes para las que apenas existen tratamientos o investigación.

Pues bien, me tomaba esa prueba, con casi 2.000 inscritos, como un reto para bajar mi marca de 5 k, establecida en 18.45. Llegaba con muchas ganas y tras el largo trayecto en metro rumbo a la Casa de Campo, me desanimó un poco el aviso del speaker de la prueba. "Por falta de autorizaciones municipales el recorrido se quedará en 4,4 kilómetros". Adiós al intento de batir marca. Rápidamente cambié el chip y me propuse hacerlo lo mejor posible, menos distancia significa más velocidad, así que a darlo todo toca. Me coloco en primera fila, los fotógrafos disparan los flashes, Telemadrid nos apunta y el pistoletazo da inicio a la prueba.

Me noto cómodo pese a una breve subida inicial, viendo desde unos pocos metros de distancia la cabeza de carrera. Sigo adelante dejándome llevar por sensaciones y paso el primer kilómetro en 3:18. Nunca había corrido tan rápido en una prueba. Me digo que me puede pasar factura al final, porque aunque se trata de una prueba corta, solo llevo la cuarta parte. Aflojo un poco y paso el kilómetro 2 en 3:42. Cruzamos la meta (se trata de un circuito de dos vueltas), y me entero por el speaker que voy en el puesto 12. Encaro la segunda vuelta y trato de mantener el ritmo, pero las fuerzas no están al mismo nivel, el tercer kilómetro lo marco en 3:59 mientras me adelantan un par de corredores, para el cuarto aprieto los dientes sabiendo que ya no queda mucho, recibo los ánimos de un joven corredor que me pasa con fuerza (y al que por casualidades he conocido luego topándome con su blog) y pico el km en 3:45.


De ahí al final, trescientos metros (mi Garmin marcó una distancia total de 4,28 km) haciendo un último esfuerzo para llegar en meta en 15:50, a una media de 3:42 el kilómetro. Puesto 19 de la general de un total de 1.860 llegados a meta, y 7º senior de cerca de 500. Seguramente mi mejor resultado respecto al número de participantes, por lo que me voy satisfecho. En caso de que la prueba hubiera sido un 5 k y yo hubiera mantenido ese mismo ritmo (pura hipótesis), el tiempo habría rondado los 18:25, así que espero que otro día pueda caer el asalto a la marca.

Por lo demás, la semana se cerró con 50,49 kilómetros repartidos en cinco sesiones, entre ellas destacar una tirada larga por mi cuenta en El Retiro de 20 kilómetros en 1h 39: 34, a un ritmo de 4'59 el km y un día de Fartlek con mis compañeros del club AA Moratalaz. A ello hay que sumar dos sesiones de abdominales y flexibilidad.

Este domingo llega la Media Maratón Ciudad Universitaria, una carrera que dicen es algo aburrida tanto por las tres vueltas que conforman su repetitivo circuito como por el desangelado entorno por el que se corre. La encararé como un rodaje más de cara a acumular kilómetros. Ayer en el club me metieron el miedo en el cuerpo con una posible nueva cita en mi calendario, participar en la semifinal del Campeonato de Clubes de Madrid en la modalidad de 3.000 m. obstáculos. La pista, los clavos y las vallas son un mundo por conocer para mí, pero en fin, ya veremos.

Para terminar felicitar a uno de los miembros de la AA Moratalaz y compañero de entrenos, el juvenil Jesús Ramos, que a sus 16 años se proclamó el domingo Campeón de España en Pista Cubierta en 3.000 metros lisos con una espectacular marca de 8:40, a una media de casi 2:53 el km.

lunes, 27 de febrero de 2012

Road to Madrid 2/10


Es el camino hacia el Maratón. Hay que apretar los dientes, dar una zancada más cuando tu cuerpo te pide caminar o sacar la lengua como en la foto, durante el Cross de la Complutense que disputé el pasado sábado. La vena de mi frente también habla de esfuerzo, y por más que mis involuntariamente alzados dedos pulgares puedan ser seña positiva, los continuos sube-baja del Parque del Oeste pasaban factura.

Pero eso fue el sábado. Antes, el lunes, la semana comenzó con una animada sesión de fartlek junto a mis compañeros de la Asociación Atlética Moratalaz. Tras un calentamiento de 20 minutos, hicimos fuertes cambios de ritmo de tres, dos y un minuto con descansos de minuto y medio, un minuto y 30 segundos respectivamente. Y al acabar, vuelta a empezar una segunda vez. No iba con las piernas muy ligeras pues el día anterior había tenido sesión de series 7x1.000, pero se hizo lo que se pudo y se mantuvo un ritmo inferior a los 4' el kilómetro. Para rematar, unas series sobre la hierba del estadio donde tiene su sede el club rodeados de saltadores de vallas, de lanzadores de peso, de saltadores de altura y longitud... de atletismo puro.



Al día siguiente no acudí al entreno diario con mis compañeros y me fui por mi cuenta rumbo al parque de El Retiro. Tenía pensado dedicar ese dia a descanso, pero una foto de mis compañeras de clase Claryed y Cynthia enviada por el móvil en la que aparecían después de haber corrido en su preparación hacia la Carrera de la Mujer del próximo 6 de mayo, me hizo cambiar de idea a eso de las nueve de la noche. Correr con el nuevo iPod Shuffle está siendo una novedad en esta preparación maratoniana, y lo cierto es que los kilómetros pasan más rápido mientras resuenan en mi cabeza las letras de Sabina, Calamaro, Ivan Ferreiro, el sonido de The Verve o Adele, o los épicos acordes de las bandas sonoras de Carros de Fuego, Rocky y Gladiator.



Fueron 12 kilómetros a un ritmo de 5:02 con 160 metros de desnivel y buenas sensaciones. La anécdota llegó cuando al disponerme a salir del fantasmagórico parque de El Retiro, que a esas horas solo contaba en su interior con unos pocos runners y paseantes, y con un par de agentes policiales que hablaban con un hombre de origen africano. Pues bien, tras darle unas vueltas bajo la luz de las farolas, me dirijo a la puerta por la que siempre salgo rumbo a Moratalaz cuando la veo cerrada. "No pasa nada, vamos a la otra". Candado por respuesta. Hay una más allá. Nada, cerrada. Sigo sin parar de correr y mientras me digo a mi mismo que debe haber alguien o algún guarda, que no pueden dejarte encerrado en el parque así como así, me topo con un grupo de jóvenes saltando por una zona propicia para ello, por tener un montículo en el que apoyarse. Sumamos este obstáculo al entreno y escapo de las garras de El Retiro camino a casa.

Luchando

Dado que venía algo cansado de la semana anterior, el miércoles tocó descanso, y el jueves tampoco me calcé las zapatillas pues tenía entradas para ver con unos compañeros de máster la obra de teatro "La extraña pareja", divertida por cierto. El viernes vuelta al club para completar 7 k a 5' cada uno, y abdominales para terminar. Y así llegamos al sábado, cuando mes y medio después de mi última competición, me puse un dorsal para participar en el último cross del circuito universitario, el de la Universidad Complutense. Son gratuitas, son divertidas, y con un nivel bastante alto. ¿Qué mejor forma de celebrar la llegada de mis 28 años? La noche anterior ya tuve oportunidad de recibir mi aniversario de una forma más tranquila que otros años, con una tortilla de patatas y un mojito al que finalmente sucumbí.

Tras la carrera de chicas, llegó nuestro turno a una hora, las 12.30, a la que las inusualmente altas temperaturas que están llegando estos días, permitieron correr en camiseta y mallas cortas sin pasar frío.

En una bajada
Sobre un circuito de 8 kilómetros que no daba tregua, el más duro de los celebrados hasta ahora por sus numerosas cuestas según los comentarios que se oían, acabé satisfecho a un ritmo medio de 4'10'', en la que fue mi primera carrera con mi última adquisición, las Adidas Adizero Adios 2, las mismas con las que Makau batió el record del mundo de Maratón parando el crono en 2h03'38'', y a las que no me pude resistir tras encontrarlas en Wiggle por 63 euros. La sensación de rapidez, inigualable, me servirá para los 5 y 10 k que están por venir en mi calendario.

210 gramos

En meta, un pequeño incidente desagradable cuando un señor que rondaba la cincuentena (no formaba por tanto siquiera parte del circuito universitario), me reprochó no haberlo dejado pasar en la parte final del recorrido. Enfadado como si le hubiera privado del récord del mundo, me reclamó con agresividad haberle estorbado. No le dí más importancia y con total tranquilidad le dije la verdad, ni siquiera me di cuenta de su presencia y había sitio para que me pasara por un lado. Parece que no todo el mundo se toma las carreras como lo que son, ratos para pasarlo bien y superarse a uno mismo. Mi puesto final, un número redondo, el 100 de un total de 273 llegados a meta.

La infernal cuesta final


La guinda del pastel llegaría el domingo, cuando acudí a mi cita semanal con los grupos de entreno de MAPOMA, y tras un calentamiento de 5 kilómetros cayeron unas series 12x500 a un ritmo rondando el 4'05, aún cansado del día anterior. Total 50 kilómetros clavados.

*Fotos cortesía Mathilde Bazin

Resumen Global 2/10:
Semana 1: 62 k
Semana 2: 50 k

Próximas Carreras

4/03 Carrera de las Enfermedades Raras - 5 k (Objetivo batir marca, sub 18'45)
11/03 Media Maratón Ciudad Universitaria
18/03 Carrera del Agua - 10 k (Objetivo batir marca, sub 39'37'')
25/03 Carrera Intercampus - 10 k
01/04 Media Maratón Villa de Madrid (Objetivo batir marca, sub 1h30')
22/04 Rock&Roll Marathon de Madrid



domingo, 19 de febrero de 2012

Impotencia y alivio - Road to Madrid 1/10

No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Esta frase tan socorrida y ya convertida en tópico, es el sentimiento que durante dos semanas rondó mi mente. Justo el tiempo que un esguince en el tobillo derecho me dejó fuera de juego sin poder correr, cojeando al caminar, y echando por tierra las dos primeras semanas del plan hacia el Maratón de Madrid, en la que tenía planeada (y pagada) mi participación en la Media Maratón de Fuencarral. Una visita al centro de salud y dos a la fisioterapeuta, vendas, hielo, cremas, largos en la piscina cubierta y baños de agua fría/caliente al pie parece que han puesto fin a la pesadilla, nunca mejor dicho, pues una noche, en medio de ese tiempo de lesión, incluso soñé que podía correr y optar por la victoria (cosas que solo pasan dormido).

Esta semana que termina comenzó con temores a apoyar el pie y acabó siendo productiva con seis jornadas de entreno de carrera y un día de abdominales. Los ritmos fueron 'in crescendo' conforme pasaban los días y tomaba confianza. Entre los días de carrera, destacar el sábado un agradable trote acompañando a Claryed, compañera de clase venezolana a la que he animado a correr la próxima Carrera de la Mujer allá por el mes de mayo, un evento en el que el año pasado se congregaron más de 20.000 mujeres por una buena causa, y en la que también tomará parte Cynthia, otra compañera mexicana a la que ando convenciendo, y posiblemente Mathilde, francesa (exacto, tal y como estáis pensando, no conozco españolas).

La Casa de Campo, paraíso runner


Otro gran momento de la semana ha ocurrido esta mañana en la Casa de Campo. Acudía a entrenar con el grupo de MAPOMA, unos 200 corredores divididos por objetivos de cara al Maratón de Madrid bajo la dirección de un entrenador con muchos años en esto. Pues bien, tras unos 5 kilómetros de trote tranquilo para calentar, llegó el momento de las series, 7x1.000 a un ritmo inferior a 4'10'' y qué sorpresa la mía cuando Félix, el entrenador, nos avisa de que hoy correrá con nosotros todo un maratoniano olímpico, varias veces ganador de la Behobia, y sobre todo, medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Helsinki '94, donde junto a Martín Fiz y el tristemente fallecido Diego García, coparon el podio en una de las imágenes más recordadas de la historia de nuestro atletismo. Hablo de Alberto Juzdado. Ese al que en la foto de abajo esperan en la meta de la capital finlandesa sus compañeros Diego García (con la cinta), y Martín Fiz, con los brazos alzados.


Pese a que se le ve en buen estado de forma, ha preferido ir cómodo y se ha venido con mi grupo sub 4'10'', por lo que en alguna de las series le he metido algo de velocidad al final para poder decir que llegué antes que un maratoniano olímpico. Bromas aparte, me encantó poder saludarle y departir brevemente con él.

La semana acabó pues con 62 kilómetros completados y lo que es más importante, con el pie respondiendo bien a las cargas. de trabajo. El calendario de pruebas en las que participaré de aquí hasta el 22 de abril ya lo tengo definido, y viéndolo puede que haya pecado un tanto de dorsalitis, pero no todas las pruebas las haré al máximo.

4 de marzo: Carrera de las enfermedades raras (5k)
11 de marzo: Media Maratón de Ciudad Universitaria
18 de marzo: Carrera del Agua (10 k) - Intento de batir mi marca
25 de marzo: Carrera Intercampus (10 k)
1 de abril: Media Maratón Villa de Madrid

Así es, cinco domingos seguidos poniendo imperdibles en la camiseta. Las carreras cortas me servirán para coger velocidad y las medias resistencia, si bien no descuidaré el kilometraje semanal, el gimnasio y sesiones de abdominales.

Mi enhorabuena a los que este domingo habéis participado en el Maratón de Sevilla, mientras corría por la Casa de Campo tuve un recuerdo para todos vosotros, y si todo va bien, espero que en 2013 pueda estar en la línea de salida.

 PD: Dejo el vídeo de la emocionante llegada de los atletas españoles en el Campeonato de Europa de Helsinki 94, con Alberto Juzdado llegando, como dije, en tercer lugar.



sábado, 28 de enero de 2012

Viva el Cross Country

De amarillo en el Cross de Moratalaz

Parece un estilo de música pero es hierba fresca, pinares que ocultan el cielo, cuestas empinadas, bajadas suicidas y cuando los cielos descargan, barro, mucho barro. El Cross Country es atletismo puro y desde su nacimiento en Inglaterra en el siglo XIX suele inaugurar el calendario anual con pruebas de tanta tradición en España como Itálica, Atapuerca y Elgoibar entre otras. No quise faltar a dicha tradición, y este mes de enero que concluye el cross ha tenido cierto protagonismo para mí, al participar en los crosses de la UNED y de Moratalaz.

Del primero de ellos, celebrado en la zona estudiantil de Madrid, la Ciudad Universitaria, me llevo la dureza que a lo largo de sus 5 kilómetros no da tregua a los corredores, con unas cuestas de vértigo y unos descensos pronunciados que obligan a poner el freno para no acabar por los suelos. Una de las imágenes que me llevo es el de uno de los corredores que iba delante mía parado y agarrado al tronco de un árbol vomitando... No fue muy agradable de ver. Al final puesto 108 de 380 participantes a una media de poco más de 4:30 en un circuito que a mis piernas no les daba para más en una mañana fría, fría, fría.

Salida Cross de Moratalaz

El otro cross en el que tomé parte, la semana siguiente, tenía un valor especial por ser el de mi barrio de adopción en Madrid, Moratalaz, y por estar organizado por el club del que desde este mes formo parte, la Asociación Atlética Moratalaz, un equipo con tradición sucesor del mítico Larios donde ya me están dando caña de la mano de su entrenador Rafa, antaño seleccionador nacional, nada más y nada menos. Disponer de un gimnasio y de gente con la que entrenar será positivo para la preparación maratoniana. Pues bien, con un recorrido de algo menos de 6 kilómetros de caminos de tierra dura (la lluvia este mes de enero ha brillado por su ausencia para desgracia del necesitado campo y de los ciudadanos que sufrimos el aire contaminado de la capital), dicho cross sí permitía meter una velocidad más, concretamente a una media de 3:55 el kilómetro y siguiendo de lejos a uno de mis compañeros de club, el senegalés Mahmadou, de 21 años, una gacela que venció en promesas y con unas condiciones privilegiadas para el atletismo. Al final, puesto 16 de un total de poco más de medio centenar de participantes.

Con Mahmadou

No todo fueron caminos de tierra, hierba y pinares,otra de las carreras del mes de enero fue el trofeo Paris. Un 10 k con muy buena prensa entre los corredores, que hace gala de una organización impecable en un entorno, el de la ribera del Manzanares, muy atractivo para echar unas zancadas mañaneras. Hasta allí me desplacé con las agujetas de haber corrido el día anterior el cross de la UNED (sí, ese del que hablo arriba lleno de cuestas y desniveles), y claro, dos carreras en dos días pasan factura. Pasé el kilómetro 5 en 20 minutos, a 4' el kilómetro, pero desde ahí hasta meta el rendimiento bajó ostensiblemente, especialmente en los dos últimos kilómetros, donde solo luché por acabar en un tiempo de 42'47''. Lejos del sub 40 de los dos últimos 10 k, pero satisfecho por saber el motivo del pequeño bajón.

Trofeo Páris - 10 k

Al margen de carreras, la inscripción al club ya comentada arriba ha sido lo más destacado del mes, pero no lo único. También tomaré parte en algunos de los entrenamientos que cada domingo el club MAPOMA organiza en la Casa de Campo de Madrid con vistas al Maratón junto a más de un centenar de corredores divididos según objetivos de tiempo (estoy en el grupo sub 3h30). No dejaré de correr solo en alguna ocasión, pero compartir una pasión siempre es gratificante, y eso es lo que pretendo en el camino hacia el Rock&Roll Marathon de Madrid que empiezo este lunes con 12 semanas por delante, una travesía en la que ya tengo plaza reservada en los medios maratones de Fuencarral (12 de febrero), Ciudad Universitaria (11 de marzo) y Villa de Madrid (1 de abril). También estaré en un cross corto, el Trofeo Marathon (5 de febrero), y en el que dicen es uno de los 10 k más favorables para hacer marca, la Carrera del Agua (18 de marzo). El resto serán entrenos y más entrenos. Madrid no es un maratón más, es dureza, es sufrimiento, es cuestas en una parte final llena de corredores andando buscando una meta que no termina de llegar nunca.

Que empiece el espectáculo.

¿Alzaré los brazos en el Retiro el 22 de abril?
Postdata para futboleros: De forma casi milagrosa encontré entradas junto a compañeros del Máster para el Real Madrid - Barcelona de Copa que se disputó en el Santiago Bernabéu. Ambiente increíble, vellos de punta con el gol de Cristiano... y el resto del partido ya lo conocéis. Dejo el documento gráfico como testimonio y enhorabuena a los barcelonistas acompañada de un aviso: La 'vendetta' no se hará esperar.

En el coliseo blanco

viernes, 6 de enero de 2012

I San Silvestre Jerezana

De rojo, a la derecha, en plena salida
La primera edición de la San Silvestre Jerezana competitiva organizada por Activa Club reunió a algunos centenares de personas en torno a esto del atletismo, unas decenas de "tios/as raros" que pensamos aquello de "qué mejor manera de despedir el año que corriendo".

Hasta el parque empresarial de Jerez me trasladé con esa idea en la cabeza y con pocos entrenamientos a mis espaldas. Aguardaban 5 kilómetros que si bien no iban a servir para bajar muchos excesos, sí vendrían bien para meter algo de velocidad al cuerpo.

Sin muchas pretensiones y esperando guiarme por sensaciones me coloqué en la línea de salida tras un calentamiento muy agradable con Diego, Germán y otros miembros de su club. También tuve la ocasión de conversar con David Matraca, al que ví fino fino en su preparación con vistas a la Maratón de Sevilla.

Con Germán y Diego esperando la salida

Tras un retraso de media hora en la salida por estar apurándose las inscripciones, me coloco en primera línea junto a Diego y Germán. Hace mucho que no hago un 5 k por asfalto (ya hubo algún cross), y la salida es bastante rápida por aparecer una primera bajada en el circuito de dos vueltas planteado por la organización.

Dos corredores se escapan del resto y se percibe que serán los que se disputen la prueba. Paso el primer kilómetro en 3.30 y voy algo rezagado de Diego y Germán, que van entre los diez primeros, puestos que mantendrían hasta el final. Marco 3.40 en el segundo kilómetro y 4.07 en el tercero, que tira hacia arriba. Veo que puedo mejorar mi marca en los 5 k e intento con un último esfuerzo dar lo que me queda.

Ecuador de la carrera
Paso el cuarto kilómetro en 3.47 y mantengo el ritmo cuando la meta se me echa encima antes de lo previsto y entro marcando 18.19 para una distancia de 4.81 kilómetros. Una pena no haber podido completar la distancia exacta, pero calculo que el tiempo final habría estado algo por debajo de 19', por lo que acabo satisfecho.

A la llegada, se echa en falta algo más de avituallamiento por parte de la organización, así que acompaño en la cafetería a Diego, Germán y otros miembros de su club, con los que comentamos las próximas carreras. Un vistazo a la clasificación muestra que Diego ha sido octavo de la general y Germán sexto, por lo que le aviso de que tiene un masaje como premio. Yo termino el 22º de 183 llegados a meta  a una media de 3:48 el km, y 2º en categoría Senior A (entre 22 y 30 años), una sorpresa que tampoco tiene mucha más importancia dado que estaba compuesta por unos 15 atletas. Tampoco hay podium ni premio por categoría.

Recta de meta
Planeaba acudir también a la San Silvestre no competitiva del día 31, pero el cansancio me pasó factura y la siesta sustituyó ese paseo. Por lo demás, tras los excesos de Nochevieja sólo he entrenado un día, mala cosa teniendo en cuenta que hoy viernes he llegado a Madrid y este fin de semana viene cargadito. Me inscribí en el Cross del Rector de mañana sábado (prueba gratuita que mantiene camiseta y regalo, una extrañeza), sobre 6,5 kilómetros, y al Trofeo Páris el domingo. Un 10 k con bastante tradición en Madrid que ya agotó los dorsales disponibles.

El calendario previo a la Rock 'n' roll Marathon de Madrid el 22 de abril se va configurando y ya estoy inscrito en la Media Maratón Villa de Madrid del 1 de abril. Me apuntaré a alguna media más, así como a los crosses del circuito universitario que serán una constante durante enero y febrero. El 30 de enero iniciaré el plan de entrenos de 12 semanas con vistas a ese nuevo reto, más duro si cabe por la altitud y las cuestas de Madrid, localizadas además en la parte final de la carrera.