sábado, 28 de julio de 2012

Cuatro meses

Abril, mayo, junio y julio. Se dice pronto y se hacen eternos. Ese es el tiempo que llevo sin correr tras la lesión de la Media Maratón de Madrid del 1 de abril. Un tiempo en el que tampoco he querido seguir los blogs que antaño devoraba ni seguir con algunos de los libros que tengo por ahí (tengo casi acabado una biografía de Bikila en inglés muy interesante). Desde que empecé a correr hace algo más de dos años nunca había pasado tanto tiempo de inactividad, y la verdad pensar en correr sin ninguna molestia me parece algo casi soñado.

¿Cómo me encuentro ahora? Tras muchas sesiones de fisioterapia y ultrasonido, estoy pendiente de que analicen los resultados de la resonancia magnética que me hice días atrás, con la que el traumatólogo me dijo que quería descartar que hubiera habido fractura por stress (no llegará de vacaciones hasta el 28 de agosto...). El bulto de la tibia está casi extinguido aunque no totalmente, pero aún no me atrevo a salir a correr. La semana pasada estuve unos días en El Puerto e hice un ligero trote por la playa que me confirmó que aún hay molestias y debo ser paciente.

En este tiempo ha habido muchas cosas que me han mantenido ocupado, el final del máster, el proyecto final, las pruebas para acceder a una beca en el departamento de comunicación de Repsol (las he pasado y estoy a la espera de que me llamen, ojalá salga), pero en contra de lo que me habría gustado, no he hecho un deporte alternativo como natación o ciclismo que me mantuviera en forma, así que aunque sigo delgado sí he aumentado de peso unos 3-4 kilos, y cuando consiga volver tendré que ir muy poco a poco. ¿Cuándo será eso? No sabría decirlo, esperemos que allá por septiembre todo esto sea un mal sueño y pueda ir acumulando kilómetros.

En este tiempo he tenido más salidas nocturnas, he leído más y he hecho más de todo, pero la sensación de que me falta algo está ahí. Estaba en un gran momento de forma, batiendo mis marcas prácticamente en cada carrera, pero las ganas de competir y no prestar atención a determinados hábitos me perdieron. Esta mañana he vuelto a leer algunos de los blogs que sigo habitualmente (Diego, Charlie, Matraca, Morales...), y veo que seguís fuertes aun con la relajación propia del verano, y que otros también estáis viviendo el calvario de las lesiones (Unyko). Espero poder escribir posts más optimistas próximamente y seguir compartiendo esa pasión llamada running a través de las palabras con todos los que me leéis. Mientras, a disfrutar de los Juegos Olímpicos y esperar que los atletas españoles den el máximo de sus posibilidades (las medallas están carísimas).

6 comentarios:

  1. VENGA ÁLVARO CON ESTAS COSAS HAY QUE SER PACIENTE. NO TE COMAS EL COCO, PRONTO VOLVERÁS A DAR CAÑA. DEBES DE IR POCO A POCO, SI PRISAS, TÚ NIVEL ÓPTIMO LLEGARÁ EN SU MOMENTO JUSTO. SI ESTAS POR EL PUERTO, INTENTAREMOS PRONTO MONTAR UNA BBQ RUNNERA.

    SALU2 DESDE MATRAQUILANDIA.

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  2. Animo alvaro te entiendo perfectamente esa sensacion
    de faltarte algo me suena. Pero no desesperes amigo
    pronto estaras de nuevo dando guerra. Yo estoy volviendo
    a trotar y aunque no hay dolores todavia me dura la lesion
    psicologica ese miedo a una recaida tarda en desaparece.
    Mucha suerte compi para tu vuelta y para lo de repsol

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  3. Álvaro, ten un poco más de paciencia...No soy médico pero la experiencia en lesiones me dice que cuando vuelves a rodar, aunque estés curado, las molestias siguen durante un tiempo, por eso es importante que tu vuelta sea gradual, tranquila, sin grandes exigencias, dando prioridad a ejercicios para fortalecer la zona dañada. Un abrazo y mucha suerte con la beca, seguro que la consigues.

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  4. Al menos has podido hacer esas otras cosas y disfrutar de ellas. Dentro de poco volverás a correr y esos kilos también desaparecerán. Como todos te dicen ten paciencia y mucho ánimo, amigo.

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  5. Me alegro de leerte Alvaro. Eres joven y pronto estarás dando guerra. Ánimo.

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  6. Se te echa de menos, Álvaro, tanto en los entrenos y las carreras como por los blogs. Seguro que vuelves más fuerte todavía, porque el coco lo habrás entrenado muy bien todo este tiempo, y las piernas en un suspiro volverán a ser dos balas de nuevo. Un abrazo.

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