miércoles, 1 de mayo de 2013

Decíamos ayer

Copiando la fórmula a Fray Luis de León, quien al reencontrarse con sus alumnos tras cinco años detenido por la inquisición, saludó a su nueva clase con su habitual fórmula "cómo decíamos ayer...", vuelvo a escribir en el blog muchos meses después, y es que una vez perdido el hábito cuesta volver a retormarlo. En mi defensa diré que últimamente no me ha sobrado el tiempo libre, aunque no valen excusas porque la satisfacción de compartir vivencias y sensaciones que te aporta el blog es algo para lo que merece la pena sacar tiempo de donde sea.

Pasada esta introducción, cuesta empezar a contar qué ha pasado en los últimos meses, así que he decidido hacer un repaso de forma muy resumida por los 10 momentos que han marcado atléticamente hablando mi último año.

1. La lesión
Tal y como podéis leer en crónicas pasadas, el pasado 1 de abril de 2012 (hace un año y un mes), me lesionaba en el kilómetro 20 de la Media Maratón de Madrid, llegando a meta a la pata coja ayudado por un corredor mayor que sacrificó su marca por apoyarme y que me reafirmó en la idea de la nobleza que rodea este deporte. Fue mientras preparaba mi primera participación en el Maratón de Madrid que se celebraría tres semanas después y al que finalmente acudí como voluntario para repartir agua en el avituallamiento (daría para otro post contar el buen ambiente que se respira entre los voluntarios y su labor desinteresada, yo me divertí animando en español, francés e inglés a todo el que pasaba, aunque no me dijeron tantos piropos como a una de mis amigas también voluntaria, a la que le llovieron los "gracias guapa").


2. La recuperación
Tras diagnósticos no demasiado acertados en la seguridad social que hablaban de periostitis, estar semanas con dolor al apoyar el pie, y ni siquiera hacer otros deportes para mantener la forma por estar desmotivado, en septiembre en una clínica privada un doctor muy ducho en el campo de las lesiones (además de uno de los fundadores de la federación española de triatlón) me dice que es una fractura de estrés y me dice escandalizado que le sorprende que no la hayan visto en la radiografía. Empieza mi tratamiento con sesiones de una tecnología llamada INDIBA que da muy buenos resultados (a la vez que malos para mi bolsillo), y lo combino con sesiones de piscina en las que corro por el agua sin tocar el suelo (muy difícil pero muy útil). El dolor va desapareciendo gradualmente, aunque todavía cuando salgo a trotar durante esos días las molestias me obligan a regresar enfadado más de una vez.



3. 10 k de Moratalaz y 10 k de Canillejas


10 k de Moratalaz
En noviembre, siete meses después de la lesión, corro mi primer 10 k, el de mi barrio y organizado por mi club, la Asociación Atlética Moratalaz, un club con una historia impresionante (antiguo club Larios y Airtel, que os sonarán a más de uno) por el que han pasado grandes atletas. Hago más de 43 minutos (antes de la lesión estaba en 38'30), gracias a que me pego como una lapa a una de las corredores de mi club, Stella. Sufro pero soy feliz de llegar a meta. Los días siguientes hay algo de molestias pero el dolor parece que se va yendo. La semana siguiente se repite el guión en los 10 k de Canillejas haciendo algo más de 44 minutos pero haciendo de 'liebre' a Stella y llegando más entero.


4. Temporada de Cross


Campeonato de Madrid de Cross
Llego a la temporada de cross buscando recuperar sensaciones pero lejos de mi nivel de antaño, con más kilos y pocos kilómetros todavía. Corro el cross de Moratalaz y varios crosses universitarios (gratuitos y bien organizados, uno de ellos, el de la Universidad Camilo José Cela, con invitación a comilona final). Así llega en enero el Campeonato Autonómico de Cross de Madrid, en el que queda un sitio en mi club que ocupo sin estar en mi mejor forma. Son 10 kilómetros en El Escorial y hay algunos corredores de elite como el ganador, José España, Álvaro Lozano o Luis Martín Berlanas. Son tres vueltas a un circuito, con sus correspondientes cuestas y toboganes que acabo en 44 minutos, consciente de que aún estoy cogiendo la forma.


Equipo de la A.A. Moratalaz de Cross


5. Marca en los 10 k de Laredo (16 de marzo)

Corrió los 10 k descalzo en 43'
Los crosses e intensos entrenos semanales van haciéndome sentir cada día mejor, pero falta comprobar si puedo estar al nivel previo a la lesión. Meses antes decidí que Laredo sería el gran test para medirme, y una semana antes corro un 5k en 19'04''. Bajar de 38' parece fuera de mi alcance. Un circuito completamente llano y un finde largo con festivo para disfrutar de Cantabria y País Vasco junto a mi novia eran el plan. Salida un poco alocada (en la que Fabián Roncero se fue al suelo) pero carrera que hago con mucha cabeza, pasando todos los kilómetros muy constante, entre 3:43 y 3:50, para un tiempo final de 37:57. 


Con Arturo Casado 
El gran objetivo que tenía en mente para la temporada, bajar de 38 minutos, llegaba de forma temprana, en marzo, en una carrera a la que sé que volveré porque es perfecta para volar. Juan Carlos Higuero gana y Arturo Casado es segundo. Los espero tras su paso por el podio, "¡León!", digo llamando al león de Aranda, Juan Carlos Higuero, diez veces campeón de España de 1.500 y cuarto en los Juegos Olímpicos de Pekín. Vienen y me fotografío con estos dos grandes atletas de talla internacional, olímpicos y medallistas europeos. Al despedirme le comento a Casado que la semana siguiente voy a la concentración que desde hace varias décadas celebra mi club en Punta Umbría, y a la que sé él suele asistir. "¿Eres novato?", pregunta, y ya intuyo que puedo ser blanco de las novatadas que ya he oído nombrar a los que asisten por primera vez a la misma.

6. Concentración en Punta Umbría


Cogiendo velocidad en la pista
Y así llegó en Semana Santa la concentración en Punta Umbría. Los novatos nos presentamos subidos a la silla en el comedor ante los 50 o 60 comensales del club que nos hemos desplazado hasta allí entre atletas de todas las especialidades y entrenadores. Cortar el pan con cuchillo y llevar la comida a los veteranos son algunas de las penitencias que nos toca soportar, siempre con humor y buen rollo. Desayunar, entrenar, ducha, comer, siesta, entrenar, ducha, cenar, charloteo y paseo y a dormir. Así es la vida en Punta. Doblar entrenos y los 10 k de Laredo me pasan factura los dos primeros días con los gemelos muy cargados hasta que el cuerpo se acostumbra. Meto más de 80 kilómetros esa semana y un buen lote de series. Uno de los días tuvimos el efímero placer de rodar con todo un Campeón de Europa de 1.500, Arturo Casado, y digo efímero porque solo pude acompañarle algo más de un kilómetro hasta que se marchó con la gran promesa de nuestro club (y anticipo que en unos años uno de los grandes atletas del panorama español si todo va bien), Jesús Ramos, que a sus 16 años aguantó con él todo el recorrido, 12 kilómetros a 3:30 de media final.
Entrenamiento de fuerza en el agua


Bañarse en la playa fue un gran aliciente, ya que soy muy "playero". No hizo el mejor tiempo para ello pero tampoco me puedo quejar porque la lluvia no estropeó ningún entreno. La playa fue el centro de nuestros ejercicios de flexibilidad y estiramientos dirigidos por nuestro entrenador, el ex seleccionador nacional Rafael Pajarón, y también escenario de una sesión de fartlek junto a la orilla.

Los entrenos se desarrollan en el antiguo circuito de cross que acogiera los mundiales de Punta Umbría, hoy más descuidados que antaño pero igualmente un entorno privilegiado para correr. El compañerismo, las conversaciones sobre marcas, atletismo, ídolos, las bromas y en definitiva, de las preocupaciones y sueños de cada uno, hacen más llevaderos los kilómetros, y convierten la convivencia en una experiencia muy gratificante que permite estrechar lazos de amistad con gente del club a la que ves a menudo entrenando.

Foto durante el entreno de las conocidas como "Las Dunas". Unas cuestas pronunciadísimas con su correspondiente bajada suicida que tienen gran tradición en la concentración de Punta Umbría, pues se llevan realizando desde hace años, y atletas como Alberto García y Arturo Casado han hecho algunas de las mejores marcas. Se suben seis veces y se tarda en torno a un minuto a toda velocidad. Su dureza hizo que uno de los atletas tuviera que parar en la tercera y vomitar, y dejó a alguno muy muy tocado. Yo, que no soy de cuestas, sufrí de lo lindo pero apreté los dientes para hacerlas todas.
Parte del gran grupo que entrenamos en Punta Umbría

7. Semifinal y final Liga de Clubes

Tras Punta Umbría, nada de tregua. Una semana después llegaba la semifinal de clubes, en la que se clasifican cuatro de los ocho clubes participantes para pasar a la final. Compito en la prueba de 1.500 metros por primera vez en mi vida y hago 4'41''. El club pasa de ronda en un destacado segundo lugar masculino y primero femenino.

En la final, tras un primer momento en que pensé que competiría en el 800, vuelvo a repetir prueba en el 1.500. Cuando veo la lista de participantes, sus marcas asustan. Todos tienen menos de 4'20''. Yo soy un novato en la distancia pero trato de darle el máximo de puntos al club. Hago 4'34'' mejorando en siete segundos la marca de 15 días atrás. La carrera la gana mi compañero de club, Jesús Ramos (repito, 16 años), que hace 4'05'' (su marca personal está en 3'57'') en una carrera en la que en el primer mil se desarrolló 'lento', pasando la cabeza el mil a 2'55 y yo a 2'58''. 

8. Control 800 metros

Entre ambas citas corrí mi primer 800, una prueba que pensé podía venirme bien dado que aún guardo una cierta punta de velocidad (tengo 57'' en 400 metros y creo que ahora estoy mejor). La cita fue en Alcobendas, y la marca 2'13''. Antes de verano espero haber bajado de 2'10'', para despedirme de la pista con buen sabor de boca. 
Jesús Ramos estuvo en cabeza haciendo de liebre a Iván, otro compañero de club que terminó la carrera en 2'07''.









9. Carrera Popular de Colmenar de Oreja

Mi última carrera hasta el momento ha sido la Popular de Colmenar de Oreja, un pueblo de Madrid hasta el que me dirigí acompañado de Liliana, que corría su tercera carrera y está preparando la Carrera de la Mujer que este fin de semana reunirá a 25 mil mujeres en Madrid. Tres vueltas a un circuito mitad subida y mitad bajada que acaba en la plaza mayor (en la foto) y en la que acabé cuarto clasificado en categoría senior con un tiempo de 14'55'', a 3'40'' de media. Sentir el sabor del podio lo dejaré para otra carrera.

10. Retos y objetivos

Para acabar esta larga entrada resumen del año post-lesión, y prometiendo escribir con más regularidad a partir de ahora, contaros mis próximos objetivos. Como véis, de preparar maratones y medias he pasado a meter más pista y carreras inferiores a 10 k, lo que no quita que el maratón siga siendo para mi la prueba reina, y no descarte preparar uno para el mes de otoño. ¿La razón de este cambio? Explotar la velocidad y proteger mis piernas del exceso de kilómetros tras la lesión. El próximo objetivo estará en esa distancia que tanto me gusta que es el 10 k, concretamente en la Carrera del Agua que se celebrará el próximo 26 de mayo. Allí, acompañado de Nacho y Marco, compañeros de club con objetivos diferentes, espero bajar de nuevo de 38 y consolidar esas buenas sensaciones que viví en la que creo ha sido mi mejor carrera hasta ahora, los 10 k de Laredo. ¡Seguiremos informando! 


A volar toca

Un abrazo a todos y me alegro que me acompañarais en la lectura en este reencuentro bloguero -deportivo!