martes, 9 de julio de 2013

Ruta, Pista, Triatlón... Podio.

Pienso en el podio como una posibilidad antes de empezar la carrera, pero esa misma ilusión ya la he tenido en otras. Aunque el valor real de subirte a un cajón y recibir un trofeo sea mínimo, el simbólico es mucho. Quiero vivir esa sensación. Me coloco en primera línea y tal y como suelo hacer, examino a los que me acompañan. Un corredor se mueve impaciente por comenzar. Se le nota inquieto. Los 10 kilómetros de la Carrera Proniño ya han comenzado y los más de 300 que nos enfrentamos a los 3 kilómetros aguardamos el pistoletazo de salida. 

Comienza la carrera y un joven corredor se escapa a un ritmo endiablado. "Veremos cuánto tarda en pinchar", pienso. Antes, me sitúo en el grupo perseguidor junto a David Martínez. Más tarde me enteraría de que se trata de uno de los hermanos de Chema Martínez, subcampeón de Europa de Maratón y a la postre ganador de la carrera de 10 k (con su otro hermano en segunda posición, ¿cuestión de genes?) Echo un vistazo al Garmin y veo que vamos por debajo de 3'20'' el kilómetro. ¿Podré mantener ese ritmo los tres kilómetros? ¿Estará bien medido el recorrido?

Grupo perseguidor
Ante las preguntas, la única respuesta es seguir corriendo. David, el hermano de Chema, se escapa a la caza del joven que ha atacado al inicio de la carrera, y dejo ir a otro corredor más tras un pequeño intento de seguir su ritmo del que desisto porque me doy cuenta de que me puede sacar de onda. Así pues, me veo cuarto y con pocas posibilidades de cambiar mi situación. Miro hacia atrás y tengo margen suficiente sobre los perseguidores, y por delante parece que mantienen el ritmo.


Así pasamos por la mitad del recorrido y observo que no va a estar bien medido del todo. Hemos hecho 1,32 kilómetros, lo que significa que saldrán un total de 2,64 kms. Sigo manteniendo un ritmo constante por debajo de 3'20'' y afronto la segunda parte del recorrido, de vuelta por donde veníamos, observando que hay movimientos delante. David Martínez ha rebasado al joven que se lanzó al ataque tempranero, y el segundo clasificado está a punto de hacer lo mismo. Sin embargo, mantiene un buen ritmo, no termina de hundirse pese a su alocada salida. Queda apenas un kilómetro y el tercero aun me saca una ventaja a tener en cuenta, pero su explosivo inicio le puede pasar factura, así que aunque lo veo casi imposible, no aflojo. "¡Le estoy recortando metros!" pienso. 

Me doy cuenta de que va a ser insuficiente y deseo que la carrera se alargue 500 metros más, pero eso es imposible. Quedan 400 metros para la llegada y una pequeña cuesta antes. El tercero baja el ritmo más aún y veo que puede ser una realidad cazarlo. Lo doy todo y me lanzo a por él. Llego a su altura cuando restan 200 metros y cambio de ritmo para evitar que se me pegue y dejarlo desmoralizado. Le queda un cambio y me esprinta con todo. Pero yo pienso en que quiero hacer podio y en que ya lo tengo detrás mía. Meto una velocidad más mientras oigo sorprendido mi nombre gritado por alguien desde el público. El speaker, Vicente Capitan comenta que estamos protagonizando un bonito sprint y me impongo por décimas de segundo sin que el citado locutor, uno de los habituales de las carreras populares, se aclare muy bien sobre quién ha llegado antes. Yo sí lo tengo claro. Entramos en el mismo tiempo, 8 minutos 45 segundos a una media de 3'19'' el kilómetro. El vídeo muestra lo ajustado de la llegada.



Saludo a los otros dos corredores que ya han llegado y al chico cuyo rostro refleja la tristeza propia de quedarse fuera del podio tras ir en cabeza gran parte del recorrido en cabeza. Mi cara, por el contrario, es de incrédula felicidad. No solo por el podio sino sobre todo por cómo se ha producido. Camino y me entero de que el que gritó mi nombre es Juanqui, corredor y bloguero en www. otraformadecorrer.blogspot.com. Un máquina capaz de correr los 10 k por debajo de 36, que ha ido a animar a su novia y que me toma las fotos del podio (muchas gracias).

Llega el momento del podio y allí comparto escenario nada más y nada menos que con Chema Martínez y Abel Antón, mitos del atletismo español, que me saludan y felicitan. Veo a Chema Martínez dar un beso en la mejilla al primer clasificado y ahí me doy cuenta de que es su otro hermano David, que al acabar la prueba me dice en tono de disculpa por no haber formado grupo conmigo "me fui tras el primero porque no sabia si podríamos atraparlo". Todo un detalle teniendo en cuenta que el atletismo es un deporte individual en el que no tienes porqué dar explicaciones a nadie.

Con los dos primeros clasificados y Chema Martínez


Con el triatleta Alejandro Santamaría y el Campeón del Mundo de Maratón, Abel Antón, detrás.
Tras este subidón de moral, seguí participando en controles de pista en la distancia de 800 metros, donde he ido mejorando marcas desde el 2'13''12 que hice en el primero hasta el 2'10''92 del último. Sin embargo, en pista te das cuenta de lo difícil que es bajar segundos al cronómetro. Entre medias hice 2'11'' y 2'10''96. Los nombres de las localidades y pistas donde he competido se mezclan, pero el objetivo sigue estando en bajar de 2'10'', reto que afrontaré en la pista en la que entreno, Moratalaz, en el Meeting que tendrá lugar este sábado y en el que además de los populares participarán (en diferente horario como es lógico), grandes como Kevin López, Luis Alberto Marco y Arturo Casado entre otros muchos.

Control de 800 metros de Leganés: 2'10''92


Pero para hacer de junio un mes más especial aún, el broche lo puso el Wild Wolf Triathlon celebrado en la Casa de Campo. Una natación mejor de lo esperado, una bicicleta que me tomé con mucha tranquilidad, y una carrera que disfruté de lo lindo por llegar con fuerzas resumen un día en el que dejé de lado la competitividad (sería muy atrevido sin haber entrenado natación y bicicleta), y pasé una excelente jornada deportiva acompañada de mil triatletas y de Liliana, que me levantó los ánimos en los duros momentos que se atraviesan en una prueba que acabé en 1 hora y 44 minutos (1h48' en el reloj oficial por haber salio 4 minutos más tarde que la primera serie de nadadores).



En resumen, un mes de junio muy variado en el que he vivido algunos de mis mejores momentos deportivos hasta el momento. Julio ya ha empezado y la ruta, la pista y el trail marcarán mis objetivos deportivos. Todos irán acompañados de una cita semanal que ya he convertido en fija, la quedada Beer Runners de los martes a las 8 de la tarde en el Parque de El Retiro. Un rato donde compartir una pasión común con gente que merece mucho la pena.

La pasión de correr.

El gran grupo Beer Runners


2 comentarios:

  1. Como te dije ayer Álvaro en la quedada de los Beerrunners ( por cierto una gozada compartir charla y kilómetros )
    has pegado un salto de calidad impresionante de lo cual me alegro,
    ya podras contarle a tus nietos que subiste al podio y no a un podio cualquiera, sino a uno en el que te acompañaban fueras de serie.

    Espero coincidir en otra, un fuerte abrazo compi

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  2. Grande Álvaro, es siempre una gran alegría encontrarte en las carreras y más aún en las que subes al podio!

    Gracia spor la mención crack. Este sábado meeting, voy con un miedo más atroz que años anteriores, el esguince recien curado... aun molesta al correr un pelin...

    Un abrazazo

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