lunes, 10 de octubre de 2011

Doble Medio Maratón y MMP

Siguen los entrenos camino a Valencia y cada vez mejores sensaciones. Tras quedar un poco tocado físicamente al finalizar la Media Maratón de Marbella. La semana que le siguíó no tuvo la intensidad de entrenos requerida. Parte de la culpa la tuvo también la organización de mi marcha a Madrid, donde pasaré los próximos meses cursando un Máster. Dicha semana, la pasada, tuvo como aliciente la participación en la Nocturna del Guadalquivir, donde pude compartir un buen rato con Charlie antes de perderme entre la marea humana y comprobar que lo que todo el mundo decía, que se trataba de una fiesta, era una realidad. También que no era el día de correr rápido. Lo importante era tomar las calles y que toda Sevilla empezara a preguntarse ¿y por qué correrán esos? ¿Seré capaz de hacerlo? Por el camino, más de un grupito de adolescentes cargados de bolsas camino del botellón, aguardaba con impaciencia para poder cruzar la calle mientras esas 23 mil personas daban una zancada tras otra.

Al día siguiente de la Nocturna llegué a Madrid tras un corto y agradable trayecto en AVE viendo la película de turno. Una francesa muy divertida. Dejé las maletas, charlé un rato con los que serán mis compañeros de piso y me calcé las zapatillas para reconocer los parques cercanos, concretamente el parque de Moratalaz y el parque cuña verde de O'Donell. No me sentí del todo bien y los labios se me secaron rápidamente, un hecho que otras personas que han llegado a Madrid de fuera me han dicho que se debe a que la contaminación es más elevada (esta semana se alertó de que los medidores están superando los niveles recomendados de CO2). 

Además de los parques cercanos, al llegar a Madrid tenía claro que el Retiro sería el lugar de mis tiradas largas, asi que el pasado martes, tras estudiar el camino en google maps, sali de Moratalaz rumbo al Retiro, del que me separan 3 kilómetros. Alli completé otros 15 y con los 3 de la vuelta clavé un total de 21 kilómetros 100 metros en 1 hora 43 minutos y 39 segundos, a una media de 4:54 el km. El entorno es perfecto para correr como muestra la cantidad de runners que por allí circulan cada día, entre los que me topé en varias ocasiones con una chica que portaba la camiseta de la carrera de 100 km Madrid-Segovia. Casi nada. Al dia siguiente, 9 kilómetros más a la saca por los parques de alrededores de casa, y después de dejar el jueves como día de descanso, el viernes volví a las andadas hacia el parque más famoso de Madrid. 

La idea era hacer unos 16-17 kilométros y probar un gel que habia comprado el día antes en la tienda Bikila para que mi cuerpo se vaya habituando a ellos. Todo fue perfecto y en el kilómetro 15 puse rumbo a casa con la diferencia de que salí por otra puerta del parque, confiado en que mi intuición me guiaría hasta el hogar. ¡Nada más lejos de la realidad! Cuando creía que llevaba el camino correcto aparecí junto al Paseo de la Castellana recibiendo por respuesta un "no lo sé lo siento" acompañado de caras de "este chaval está muy perdido" cuando preguntaba por donde se llega a Moratalaz. Pero no cundió el pánico, seguí corriendo hasta que me acerqué a los que mejor conocen las ciudades: Los taxistas. Uno de ellos me puso en la buena senda y la tomé. Sin embargo, volví a desviarme y vuelta a preguntar a un hombre. "Moratalaz son esos de allí, puedes hacer campo a través esa zona y te ahorras un trecho", me dijo señalándome el que ahora sé que es el parque de la Elipa. Así lo hice y al completar la travesía entre arboles y raíces, y para asegurarme del todo, volví a cuestionar a un ciudadano sobre la calle donde vivo. Cuando esperaba que tras el campo a través, este me dijera que podía nadar mil metros para pasar un lago y así cortar camino, el amable conciudadano me señaló que estaba cerca de mi destino final. Hacia allí me dirigí subiendo las cuestas que lo anteceden y al mirar el reloj ví que había superado los 20 kilómetros, así que me propuse clavar los 21,1, a los que llegué un par de calles antes de la mía, parando el crono en 1 hora 43 minutos 1 segundo a una media de 4:53 min por kilómetro. Caminando el escaso recorrido que me faltaba, pensé que la desorientación era un buen modo de entreno que Jack Daniels y compañía deberían incluir en sus libros. "Corre sin rumbo y vuelve a casa luego", si tienen la misma orientación que yo, sumarán más kilómetros de los previstos.

Al día siguiente a este medio maratón improvisado, y para poner la guinda a la semana, participé en la Carrera del Corazón, que este pasado sábado reunió a más de 3 mil personas en la Casa de Campo, otro idílico paraje runner que tenía ganas de conocer. El día antes recogí dorsal y chip en el Corte inglés de Nuevos Ministerios y me hice unas pruebas que al ser el motivo de la jornada la salud cardiovascular, ofrecían gratuitamente en las mismas instalaciones del Corte Inglés. Colesterol normal, tensión arterial perfecta, índice de masa corporal bajo y bajo peso respecto a la media merced a los 68,2 kilos que marcó la báscula para 1.75 metros de altura sin calzado (he perdido algún kilo en el último mes). Así pues, al día siguiente el despertador sonó pronto, a las 8 de la mañana, desayune unos cereales, me atavié con unas mallas cortas nuevas adquiridas en Bikila y la camiseta regalo de la organización, y tome el metro hasta la parada Lago, en la Casa de Campo. En el camino muchos adolescentes disfrazados que iban camino del "Japan weekend" oyendo a alguno de los cuales autodenominarse "frikis" y con un chico de más de metro noventa vestido de Eduardo Manostijeras llevándose la palma al tío más inquietante del vagón. 

A las 9 y media ya estaba junto a la salida de la carrera. Pronto, pues hasta las 11 no se daba la salida. Me senté en un banco y acabé de leer "Correr o Morir" de Kilian Jornet, buscando un poco de motivación extra. Dejé las cosas en el guardarropa y tras calentar y estirar todo estaba listo. El periodista de Antena 3 Matias Prats, se acercó a la masa de corredores y cortó la cinta de salida ejerciendo de padrino de la carrera. Los fotógrafos dispararon los flashes y una cuenta atrás de 10 segundos precedió a la estampida general. Para correr más cómodo decidí colocarme en las primeras filas, y allí el gusanillo de intentar mejorar la marca empezó a crecer frente a la prudencia de contemporizar, si bien el perfil de la prueba que había visto en un folio por allí colocado, parecía que no era el más idóneo por algunas de sus cuestas. Salida rápida con pequeña cuestecita inicial y mucho polvo por la superficie de tierra. Paso los primeros 5 kilómetros en 19:44 sumando 3:54 - 4:00 - 3:56 - 3:55 y 3:57, el perfil tira algo cuesta abajo en algunas partes y es bastante rápido. Miro el Garmin y me digo que voy demasiado rápido, no en vano nunca había corrido 5 kilómetros en ese tiempo y me puede pasar factura en la segunda parte. En el avituallamiento veo agua y aquarius y dudando un poco cojo el aquarius, que viene en lata y no consigo abrirla a la primera mientras corro, distrayéndome unos instantes. El recorrido me gusta, rodeado de zonas verdes en gran parte del mismo, pero ante el temor de perder fuelle al final, levanto el pie del acelerador y marco el sexto en 4:07, el séptimo en 4:17 y el octavo en 4:20, espero encontrarme en algún momento una cuesta complicada pero solo hay algunos tramos donde tira hacia arriba sin gran dificultad. 




Adelanto y me adelantan, y el noveno kilómetro cae en 4:16, miro el cronómetro y calculo que puedo mejorar mi anterior tiempo de 10 k, que era 40:55. Saco las fuerzas que me quedan y el último kilómetro queda como el más rápido de los 10 en 3:52 para un tiempo total de 40:40 según el Garmin, tres segundos más por el chip, a una media de 4:04 el km terminando en el puesto 134 de 1981 llegados a meta, el 61 en categoría senior. Levanto ligeramente los brazos y satisfecho con la prueba, recojo un powerade y la bolsa del corredor con platano, botella de agua y diversos folletos promocionales. Las dos primeras chicas llegan unos segundos después disputándose el triunfo en un cerrado sprint. Ricardo Abad, que se ha propuesto el reto de correr 500 maratones en 500 días, llega en más de 43 minutos y no sé si los 32 restantes de su maratón diario los ha corrido antes o se dispone a hacerlo después.

Los entrenos pre-Maratón de Valencia quedan por tanto así:

Semana 1: 50,81 kms
Semana 2: 50,12 kms
Semana 3: 40 kms
Semana 4: 60,54 kms
Semana 5: 36,37 kms (tocado por Marbella y traslado a Madrid)
Semana 6: 61,21 kms a 12,6 km/h 


5 comentarios:

  1. ALVARO LO DE MADRID AL PRINCIPIO ES NATURAL, SI TE DAS CUENTA EL ÍNDICE DE CONTAMINACIÓN ES MUCHO MÁS ELEVADO QUE AQUÍ Y ADEMÁS TIENES QUE SUMARLE LA ALTITUD QUE SI NO ME EQUIVOCO RONDA LOS 550 METROS.
    FELICIDADES POR TÚ MMP EN EL 10000 Y AHORA TOCA COMPAGINAR LOS ESTUDIOS CON EL RUNNING.

    EL MES QUE VIENE SACAREMOS UNA REVISTA DIGITAL DE RUNNING, LA ESTAMOS ELABORANDO ENTRE UNOS AMIGETES, YA TE MANDARÉ EL ENLACE.

    SALU2 DESDE MATRAQUILANDIA

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  2. ¡Qué bárbaro! Haces dos medias maratones en una semana, y al día siguiente de una de ellas bates tu marca en un 10.000. Como para no estar satisfecho...

    Ya te irás conociendo los caminos y te perderás menos, pero nunca vienen mal esos kilómetros de propina, que la maratón está ahí al lado.

    Un abrazo.

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  3. Así es la altitud de Madrid ronda los 600 metros. Estaré pendiente de la revista, que seguro serán lecturas muy interesantes.

    Pues sí, Charlie, en unas semanas espero ya conocerme Madrid un poquito, que con eso de moverse bajo tierra en el metro para todo, cuesta orientarse. En mes y medio llega el Maratón... espero estar entrenando lo suficiente para llegar a meta. Estas semanas seguiré aumentando el volumen.

    Un abrazo.

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  4. Álvaro, es increíble el trabajo que has realizado en una semana; si sigues así el maratón te va a salir de lujo. Mucha suerte en el master y a disfrutar de Madrid con todos los sentidos. Un saludo

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  5. Qué buena semana te has pillado. Es un lujo poder entrenar en el Retiro, aunque luego te pierdas..a mí me pasaría lo mismo seguro.
    Enhorabuena por el tiempazo en el 10.000 pero ten cuidado con exponerte demasiado que te queda poco para la gran prueba y no es plan de arriesgar. Lo que pasa es que cuando se está fino cualquiera te frena...qué te voy yo a decir si luego hago lo mismo..jajaja

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